Fiebre aftosa (Foot-and-Mouth Disease, FMD): es considerada una de las enfermedades animales más contagiosas. Es una enfermedad viral que afecta a los animales de pezuña hendida, como ganado vacuno, porcino, ovino y caprino. Los animales salvajes de pezuña hendida como ciervos, bisontes, antílopes y cerdos salvajes también son susceptibles. La enfermedad es causada por el virus de la fiebre aftosa (Foot-and-Mouth Disease Virus, FMDV), que se transmite principalmente a través del contacto directo entre animales infectados y susceptibles. El virus también se propaga fácilmente a través de ambientes, objetos (como baldes, palas y otros equipos), personas y vehículos contaminados.
No ha habido casos positivos de fiebre aftosa en los EE. UU. desde 1929; sin embargo, se presenta en muchas partes del mundo y su reintroducción continúa siendo motivo de preocupación. Si se introdujera en los EE. UU., hasta el 100 % de los animales podría enfermarse. La mortalidad por fiebre aftosa es generalmente inferior al 5 % en animales adultos; sin embargo, puede ser del 20 % o más en terneros, corderos y lechones jóvenes.
La fiebre aftosa plantea importantes amenazas económicas para la industria ganadera de los EE. UU. debido a su impacto en la salud animal, la productividad y el comercio mundial. Debido a esto, las autoridades de salud animal de los EE. UU. han elaborado un plan detallado de respuesta a la fiebre aftosa. Parte de esta respuesta podría incluir el uso de estrategias de vacunación de emergencia. Existen vacunas disponibles para prevenir la fiebre aftosa pero, para que sea efectiva, la vacuna contra la cepa del FMDV debe coincidir con la cepa específica de FMDV que causa el brote. En caso de brote en los EE.UU., las autoridades reguladoras del Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y Plantas (APHIS) del Departamento de Agricultura de los EE.UU. (USDA) determinarán si es necesario utilizar el sistema de vacunación de emergencia.